Los antecedentes del conflicto de San Salvador Atenco se remontan al año 2001,
cuando el entonces presidente de México, Vicente Fox[1], decretó una expropiación de tierras en el Estado de México a fin de crear un aeropuerto alterno para la Ciudad de México. Esta medida, de corte evidentemente neoliberal afectaría, entre otros municipios, al de San Salvador Atenco, expropiando más de 5000 hectáreas de suelo agrícola, sin consulta previa con sus dueños. En ese entonces, el gobierno federal les ofreció a los campesinos la mísera cantidad de 7 pesos[2] por metro cuadrado como una forma de “compensar” la expropiación. Ante esta injusticia, al grito de “Tierra sí, aviones no” y “La tierra no se vende, se ama y se defiende”, los campesinos de varios municipios se organizaron en el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT)[3], liderados por Ignacio del Valle; así comenzaron las movilizaciones para defender sus tierras, oponiéndose al arbitrario decreto presidencial. Con sombrero de paja, paliacate[4] al cuello y machete[5] en mano, después de una ardua y violenta lucha, los campesinos lograron en 2002 lo impensable: derogar el decreto expropiatorio. Este fue un triunfo del FPDT, sin embargo fue una afrenta para el presidente Fox, el gobernador del estado, Enrique Peña Nieto, y los grandes intereses económicos, privados y gubernamentales, creados alrededor del fallido proyecto del aeropuerto.
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